Estudio: Beneficios de invertir en naturaleza superan 5:1 los costos
Un informe sin precedentes avalado por más de 100 científicos y economistas asegura que la economía mundial está mejor con una naturaleza más protegida
Lo que probablemente sea el estudio científico más trascendental en materia ambiental de la década, conocido como el Reporte Waldron, asegura que la inversión y cuidado de los ecosistemas redundaría en beneficios y la buena salud de la economía mundial, al generar aportes que superarían hasta cinco veces los costos causados por el daño ambiental.
Las conclusiones del reporte, que están avaladas por más de 100 especialistas, economistas y científicos, aseguran que la protección de apenas 30% de la tierra bastaría para evitar el colapso ecológico y la pérdida de miles de especies amenazadas actualmente con la extinción. El informe independiente, que ha sido titulado “Proteger el 30% del planeta para la naturaleza: costos, beneficios e implicaciones económicas”, es catalogado como el primer análisis en la historia sobre los efectos que las áreas protegidas tienen sobre múltiples sectores económicos, como la agricultura, las pesquerías y la explotación forestal, así como sobre el sector conservacionista.
El estudio mide en detalle los impactos financieros de las áreas protegidas sobre la economía global y los beneficios no monetarios como los servicios de ecosistemas, que incluyen la mitigación del cambio climático, la protección contra inundaciones, la provisión de agua limpia y la conservación del suelo. A lo largo de todas las mediciones, los expertos encuentran que los beneficios son mayores cuando más naturaleza es protegida en contraposición a mantener el statu quo.
De qué trata
Con tan claros datos económicos y científicos, sigue creándose el impulso para un acuerdo global trascendental que incluiría ese objetivo de protección del 30%. El Convenio sobre la Diversidad Biológica ha incluido esta meta del 30% de área protegida en su borrador de la estrategia a diez años, que se espera sea finalizada y aprobada por los 196 miembros del Convenio el año próximo en Kunming, China.
Actualmente, alrededor del 15% de la tierra y 7% del océano del mundo tienen algún grado de protección. La investigación revela que las protecciones adicionales llevarían a un promedio anual de 250 mil millones de dólares más en resultados económicos y un promedio anual de 350 mil millones de dólares en servicios de ecosistemas mejorados, en comparación con el statu quo.
El sector conservacionista ha sido uno de los que más rápidamente ha crecido en los últimos años y, de acuerdo con el informe, se proyecta que crezca entre un 4% y un 6% por año, en comparación con el menos del 1% para la agricultura, las pesquerías y la explotación forestal, luego de que el mundo se recupere de la pandemia de COVID-19. Proteger las áreas naturales también brinda significativos beneficios en materia de salud mental y física y reduce el riesgo de nuevos brotes de enfermedades zoonóticas como la COVID-19, un valor que no ha sido aún cuantificado a pesar de los extraordinariamente altos costos económicos de la pandemia. Un estudio reciente estimaba que el valor económico de las áreas protegidas basado en la mayor salud mental de los visitantes era de seis billones de dólares anualmente.
«Nuestro informe muestra que la protección en la economía actual aporta aún más ingresos que las alternativas y es probable que agregue ingresos a la agricultura y la explotación forestal, al tiempo que ayuda a prevenir el cambio climático, la crisis del agua, la pérdida de la biodiversidad y las enfermedades. Aumentar la protección de la naturaleza es una política sólida para los gobiernos que tienen que compatibilizar diferentes intereses. No se le puede poner un precio a la naturaleza, pero los números económicos apuntan a su protección», dijo Anthony Waldron, el autor principal del estudio e investigador especializado en finanzas conservacionistas, pérdida de especies y agricultura sostenible.
Los autores de la investigación revelan que obtener los beneficios sustanciales de proteger el 30% de la tierra y el océano del planeta requiere una inversión anual promedio de aproximadamente 140 mil millones de dólares para 2030. Actualmente, el mundo solo invierte poco más de 24 mil millones de dólares por año en áreas protegidas.
"La inversión no se puede ni comparar con los beneficios económicos que las áreas protegidas adicionales conllevarían ni con el aporte financiero más grande que se les da actualmente a otros sectores", sostiene Enric Sala, coautor de este informe, explorador residente de la National Geographic. "Invertir para proteger la naturaleza representaría menos de un tercio de la cantidad que los gobiernos gastan en subsidios a actividades que destruyen la naturaleza. Representaría un 0,16% del PIB y requiere menos inversión que lo que el mundo gasta en videojuegos cada año", agregó.
Inversión en naturaleza e intervención consciente en Chile
En Chile, que cuenta con una riqueza natural extraordinaria, que además es uno de los principales hotspots de biodiversidad en el mundo, con ecosistemas únicos y de enorme valor ecológico para la humanidad, se están creando modelos de inversión en naturaleza que son amigables y compatibles con estos propósitos a los que hace mención el reporte Waldron.
El crecimiento de inversiones en naturaleza en Chile es liderado por Activo Austral, que promueve un modelo de inversión sustentados en la intervención consciente, la educación, sensibilización y conexión de las personas con la naturaleza, a través de la compra de extensiones de tierra de alto valor ecológico, con sello sustentable y su compatibilidad con los beneficios económicos.
Estas soluciones pueden constituirse en inversiones altamente rentables, que funcionan tan bien —o incluso mejor— que otros vehículos de inversión o productos financieros porque cuestan menos y entregan enormes beneficios. Además, enseñan cómo pueden las inversiones alcanzar enormes retornos, al tiempo que contribuyen a hacer del mundo un mejor lugar.
Una característica de estas inversiones es que combinan el interés de la gente por vivir en medio de la naturaleza más pura con el uso y manejo sustentable del territorio y sus recursos. Son desarrollos que tienen como fin destinar grandes áreas con un alto valor natural y ecológico para su cuidado, habilitando pequeños sectores para desarrollo residencial y turístico de bajo impacto, con el fin de mantener y asegurar la preservación de estos espacios, además de compartir e invitar a otros a maravillarse con la majestuosidad y riqueza natural de los paisajes y ecosistemas.
Fuente: Reporte Waldron / Campaign for Nature / Activo Austral